Ignacio y Gustavo Llano comenzaron a vender maní desde que estudiaban en el colegio, en Cali. Tras obtener sus títulos universitarios decidieron apostarlo todo a una pequeña empresa de snacks, que comenzó a crecer de manera extraordinaria y en 2013 obtuvo el Premio Gacela Misiónpyme por su destacado desempeño. Hoy, es una de las empresas colombianas que compite de tú a tú con multinacionales.