El Superintendente de Sociedades, Francisco Reyes, explica cómo la Superintendencia ha logrado resolver conflictos de gran complejidad entre accionistas y administradores, con cerca de 500 procesos anuales, el éxito de la transición hacia las Niif y los avances en materia de insolvencia, uno de los modelos más sofisticados de América Latina.
El reporte que hacen las empresas permite medirle el pulso a la economía del país ¿qué diagnóstico tiene de ella?
Existe un enorme potencial y una gigantesca capacidad de crear riqueza y empleo en un país donde la creatividad y el espíritu de emprendimiento son notorios. El reporte de resultados financieros de las 20 mil compañías medianas y grandes del país muestra que la economía colombiana es sólida y tremendamente diversificada. Hay empresas de todos los sectores en la industria, los servicios y es claro que Colombia es un país autosuficiente en la provisión de bienes y servicios. Los indicadores son muy satisfactorios y muestran unas perspectivas muy halagadoras para el futuro próximo.
El 2017 fue un mejor año que el anterior, especialmente para las 1.000 empresas más grandes. De un lado, los ingresos operacionales se incrementaron 5,98% y las utilidades 14,36%. También hubo aumentos significativos en los activos y el patrimonio de las sociedades analizadas. Vemos una franca recuperación de los distintos sectores de la industria y el comercio, que coinciden con los buenos índices macroeconómicos que el Gobierno está mostrando, es un testimonio elocuente de las posibilidades que tiene nuestra comunidad empresarial.
¿Cómo les fue a las empresas reportando su información financiera bajo las normas Niif?
Podemos decir con gran satisfacción que todas las sociedades vigiladas y las que reportan han hecho un tránsito exitoso hacia las Normas Internacionales de Información Financiera. Ha sido un proceso gradual muy exitoso en donde la SuperSociedades se dedicó a divulgar, capacitar y dar instrucciones a las distintas compañías sobre cómo hacerlo.La información financiera de las compañías es invaluable. Les sirve a sus administradores, propietarios y acreedores para adoptar decisiones adecuadas a sus intereses. Para el Estado también es crucial, puesto que permite el ejercicio de las facultades de fiscalización cuando ellas se requieran para preservar el orden público económico.
Nuestro país se ha puesto a tono con las realidades contemporáneas. Y aunque hubo gran escepticismo sobre la viabilidad de adoptar estas nuevas pautas por parte de las empresas colombianas, lo cierto es que la insistencia del Gobierno sobre la relevancia de este cambio conceptual, facilitó que se produjera el milagro. El esfuerzo realizado por las compañías colombianas, con el apoyo de la Superintendencia de Sociedades, permitió que se hiciera el tránsito definitivo hacia una nomenclatura comprensible, moderna, y adecuada a los estándares internacionales.
¿Qué servicios pueden encontrar las pymes en la SuperSociedades, más allá de verla como una entidad de vigilancia y control?
Muchas medianas empresas están sometidas a la vigilancia de la Superintendencia respecto al monto de los activos pero aún las micro y pequeñas tienen acceso a los servicios del Centro de Resolución de Conflictos, del Centro de Resolución de Insolvencia y del Centro de Arbitraje y Conciliación. Son juzgados especializados para solucionar los problemas de reorganización empresarial y cualquier conflicto que se presente en el día a día de las sociedades. La entidad también se ha consolidado como un organismo que controla los actos de captación ideal de recursos del público y en esa medida ha puesto en marcha todo un sistema para la prevención, detección y sanción de “las pirámides”.
Frente al cierre del Gobierno Santos, ¿cuáles considera son los tres principales logros de la gestión de la SuperSociedades?
El primero es haber consolidado una sofisticada jurisdicción en materia de derecho de sociedades que han resuelto cerca de 500 procesos anuales de gran complejidad. Esto ha dado lugar a una muy efectiva resolución de conflictos entre accionistas y administradores, relacionados con distintos aspectos del día a día de las compañías. Se ha dado por la vía judicial y con rapidez, así como con la sofisticación y especialización técnica que cada uno de ellos requiere.
De otra parte, la Superintendencia también se ha consolidado como un foro de derecho concursal, es decir, de procedimientos de insolvencia que antes se llamaban quiebras. Es tal vez el más sofisticado de América Latina, con un promedio de resolución de 1.5 años, que supera el nivel de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que es de 1.7 años para resolver la insolvencia, de acuerdo con los datos del Banco Mundial.
El tercero es haber puesto en marcha un sistema de control al soborno internacional en cumplimiento de la Ley 1778 de 2016, que le dio a la SuperSociedades facultades para sancionar personas jurídicas que incurran en conductas de soborno internacional. Son aquellas que tienen que ver con el pago de sobornos o cohecho a funcionarios públicos extranjeros. Además la Superintendencia ha sido catalogada como la entidad más transparente, la número uno entre las 150 entidades del Estado que mide la Corporación Transparencia por Colombia, lo cual muestra no solamente su solidez institucional sino el grado de honestidad que nos caracteriza.
¿Cuáles son los retos de la entidad en el nuevo Gobierno?
Un reto enorme es continuar con el proceso de actualización de las normas del derecho de sociedades que le permitan al país estar a la vanguardia. Al Gobierno le corresponderá mantener estos esfuerzos de reforma, que iniciaron hace 10 años con la implementación de la Ley de las Sociedades por Acciones Simplificadas SAS.
Por lo demás, debe continuar con el trabajo internacional de la SuperSociedades ante distintos organismos, por ejemplo, el año pasado se aprobó la Ley Modelo de la OEA, SAS, lo cual representa una contribución enorme de Colombia al derecho de América Latina. También hay que continuar con otros proyectos como el que se lleva en Naciones Unidas para el derecho mercantil internacional, de manera que Colombia siga teniendo una voz muy sólida en estos organismos internacionales en temas de derecho comercial y de sociedades.
También es muy importante mantener los procesos relativos al combate y detección del soborno internacional que es un compromiso que adquirió Colombia con la OCDE, en el cual la SuperSociedades ha hecho avances muy significativos en términos de los grupos de trabajo constituidos, los sistemas de información y la tecnología que se ha adquirido para las investigaciones.
Otro reto es continuar en el proceso de sistematización, lo que hemos llamado el expediente digital, un sistema de judicial que se administra por vía electrónica, todo esto enmarcado en el propósito de que la Superintendencia tenga los estándares más altos de honestidad entre las entidades públicas y se mantenga en el primer lugar de transparencia.