Pasión por el cambio, brindar soluciones a problemas reales y arrojo para asumir riesgos, son algunas de las características que busca Ricardo Leyva en un emprendedor.
Ricardo Leyva Gutiérrez llegó al emprendimiento después de trabajar por más de dos décadas en multinacionales en Colombia y Venezuela como Levapan, Berol, SC Johnson, Unilever y L’Oreal. Es el fundador de la agencia de marketing experiencial Sístole y hace seis años fue escogido como emprendedor de la red mundial Endeavor. En este momento trabaja con el Circo del Sol creando experiencias de transformación para líderes de América Latina y España.
Es otro de los inversionistas “tiburones” del reality “Shark Tank Colombia: negociando con tiburones” que estrenó Sony el 23 de febrero en Colombia y en el cual diversos emprendedores del país le apuestan a conseguir la inversión en su negocio de alguno o de varios de los “tiburones” para hacerlo crecer y llevarlo a otro nivel.
¿Cuál ha sido su experiencia con emprendimientos?
Fui empleado toda mi vida en compañías multinacionales y fui muy emprendedor dentro de estas, llevándolas a hacer cosas diferentes. Después de 20 años, en un descanso terminé haciendo empresa sin darme cuenta y de allí nacieron otras más. Después fui nombrado en la red Endeavor, posiblemente la red global más importante de apoyo al emprendimiento de alto impacto. Desde el 2011 soy parte de esa red como empresario y como emprendedor.
¿Qué es lo fundamental para que un emprendimiento sea exitoso?
Todo parte de la posibilidad de hacer que una idea solucione un problema real en algún mercado o servicio. Los emprendimientos exitosos se basan en problemas reales.
¿Cuál es la diferencia entre crear una empresa y ser emprendedor?
Es lo mismo, porque el espíritu está en la filosofía de emprender. La gente cree que emprender es crear nuevas empresas y no necesariamente, porque dentro de las compañías puede haber emprendimientos. Las compañías que realmente innovan lo logran porque internamente tienen esta filosofía y la gente piensa como emprendedora dentro de la compañía. Los nuevos negocios, las nuevas marcas o las nuevas categorías dentro de las compañías están impulsadas por gente que cree en ese espíritu. Hay otra manera de emprender que es hacer una empresa desde cero. Son dos cosas que tienen el mismo valor.
¿Qué consejo le da a la persona que quiere empezar una pequeña o mediana empresa desde cero?
No enamorarse de la idea sino saber que hay algo que tú vas a cambiar y vas a solucionar en el mundo, a una persona, a una comunidad, a un mercado. Eso es más importante que inventarse una idea hoy en el ascensor y mañana hacer lo que sea para que la idea sea posible. Ese es el factor más importante.
El segundo, que a mí me parece súper relevante, es que las personas experimenten mucho con la idea antes de arrancar. Hay muchas maneras de experimentar, metodologías, crear productos cercanos a la realidad, permitirse que les digan que no funcionan o que sí funcionan.
Y después de eso, que es lo que a mí más me gusta, es que tomen el riesgo. La gente que no toma riesgos difícilmente lo logra y la clave no es tomar el riesgo porque sí, sino trabajar en poner esos riesgos a favor de uno.
Mi último consejo es que busquen la magia, busquen diferenciarse.
¿Qué hace atractivo un emprendimiento para unos inversionistas?
Son muy atractivos los negocios que ya tienen una tracción, que ya están rodando, en prueba y funcionando, y que son realmente replicables. Son negocios en los que claramente ves que el techo está muy lejos de lo que está en este momento.
Lo otro es que cuando uno está frente a emprendedores con proyectos, como en el reality, una parte de lo que tu compras es el proyecto, pero también al emprendedor mismo. El emprendedor que es curioso, inquieto, organizado, metódico, se arriesga y tiene esas ganas de comerse el mundo, es relevante. Uno no compra solo el negocio, lo compra con el emprendedor, sobre todo aquellos que están en la etapa de nacer.
Con su experiencia en el programa, ¿qué puede decir del emprendimiento en Colombia?
A mi me pone muy feliz el programa, porque uno ve mucho ingenio. Me gustó ver que hay demasiado emprendimiento, que la gente está aprendiendo, aún falta mucho por aprender, y a veces la gente llega sin tan buenos soportes, sobre todo en los números. Nos falta estructurarnos más, ser más metódicos, pero me gustó mucho ver que realmente hay fuerza. Creo que si le apostamos a innovar de verdad como país y a apoyar todo este espíritu para hacer los negocios, la sacamos del estadio. Colombia sí puede ser una fortaleza en emprendimiento, sin duda.
¿Hay recursos?
Yo creo que sí hay recursos, lo que pasa es que la gente no sabe dónde buscarlos. La gente aquí a veces se enreda pensando en que el Estado lo tiene que solucionar y en ninguna parte del mundo el Estado te regala todo para que tu montes tu empresa y si pierdes la plata no importa. Yo creo que a la gente le falta buscar esos apoyos. El ecosistema de la inversión en emprendimiento está empezando a nacer. Inversionistas que no los veían, ahora los ven.
¿Qué emprendimiento específico le ha llamado la atención?
No puedo contar mucho de los del programa, pero uno que me parece único, no tengo claro el país, es un emprendedor que tiene un negocio de más de 6 millones de dólares en el que tiene como una especie de Uber en el que tú vas caminando y si necesitas sacar una fotocopia y el apartamento 203 del edificio de al lado está inscrito, subes al 203 y sacas la fotocopia. Es un negocio que vende más de 100 millones de dólares. ¿De dónde salió ese ingenio? Los que tienen que ver con el agro en Colombia también me ilusionan mucho.
¿La mayoría de emprendimientos son de tecnología?
No necesariamente, hoy se ha abierto mucho porque la tecnología ya no es lo único. Todas las empresas tienen un desarrollo natural hacia la tecnología, porque el usuario o el cliente final hoy en día ya está conectado, ya no son solo los milennials.
¿Cómo ve el futuro del emprendimiento en Colombia?
Hay que cambiar la cultura de la innovación, necesitamos más desarrollo detrás de la innovación, más desarrollo de tecnologías. Lo otro que considero importante es entender qué es lo que somos nosotros, no es solo salir al mundo, es en qué se va a convertir este país. Pensar y entender en qué podemos nosotros ser fuertes. Eso va a ser muy relevante para el emprendimiento en Colombia. Debemos hacer emprendimiento para nosotros mismos.
¿Cómo ha sido la experiencia con el programa?
Tiene dos cosas que me parecen maravillosas. Ha sido tremendamente divertido y enriquecedor ver los emprendimientos desde una silla como inversionista, no como jurado, con tu plata. Tu no estás jugando, o por lo menos yo no tengo la plata para jugar. Lo que tengo es porque lo hice desde chiquito y con esfuerzo. Y lo otro es que uno termina aprendiendo en una forma impresionante y encontraron un panel en el que cada uno aporta desde su lado. Todos sumamos. El programa se trata de promover el emprendimiento y dar consejos, apreciaciones, cómo ver el negocio. Se les ayuda a los emprendedores a darles visiones del negocio.