La única mujer que nadó desde las salas de juntas hasta las pantallas de televisión para apostarle al emprendimiento cuenta su experiencia.
El reality Shark Tank nació en Japón y desde allí se ha replicado en más de 30 países como un espacio para juntar a emprendedores e inversionistas en el que no solo se hacen buenas inversiones, sino que se conocen grandes ideas y se aprende de negocios en tiempo real, con propuestas reales y cifras reales.
Sony Pictures Televisión está haciendo por primera vez el programa en Colombia con el nombre “Shark Tank: negociando con tiburones” y cinco empresarios colombianos se han convertido en verdaderos inversionistas con el olfato para descubrir novedosos modelos de negocio.
Juliana Barreto es una de ellas y la única mujer del equipo. Abogada con especialización en recursos humanos y ventas, trabajó después en el sector automotor y en consultoría y, por último, ingresó al negocio familiar. Hoy es la directora de operaciones de Productos La Carreta, negocio fundado por sus padres que se dedica a producir y distribuir productos derivados de la leche y de las frutas, como leche condensada, arequipes y salsas de frutas. Algunos de sus compradores son el grupo Nutresa y Casino. También les venden a pequeños y medianos distribuidores como panaderos y reposteros.
Una vez le propusieron hacer parte del equipo de tiburones, no lo dudó ni un segundo pues está totalmente comprometida con el emprendimiento y con el país.
¿Cuál ha sido su relación con el emprendimiento?
Desde siempre he estado involucrada ya que mi papá creó nuestra empresa hace más de 33 años, siempre vi a mi papá emprender y ahora con el reality mi relación es de todos los días, pues las inversiones que hemos realizado con los otros sharks nos obliga a sacar a estos emprendimientos y estas ideas adelante.
¿Qué debe tener un emprendimiento para que le atraiga a un inversionista?
Buscamos ideas que impacten, que sean innovadoras, que puedan llegar a hacer la diferencia en Colombia, productos que tengan características particulares que los hagan resaltar, que tengan cosas nuevas, que parezcan “guau” cuando las veas y, por qué no, que puedan complementar los negocios como productos La Carreta.
¿Y las cifras, el negocio, la rentabilidad?
Tú les haces unas preguntas a los emprendedores, ¿cuáles son sus modelos de negocio, los márgenes que genera, los canales de venta, cuánto es el valor de adquisición de cada cliente? Se revisa toda la parte financiera porque si no, no invertiría, pero claramente también inviertes en las ideas y en las personas. Hay unas personas que son impresionantes, de pronto la idea no es tan buena, pero si ya decides invertir, después en conjunto como shark y como mentor, la puedes hacer más grande y mucho más valiosa.
Entonces el emprendedor es importante, no es solo una idea
El emprendedor es fundamental en cualquiera de las ideas. A veces puede ser excelente la idea, pero si no tienes a esa persona que maneje el barco de la mejor manera, no te sirve de nada.
¿Qué ha podido ver del emprendimiento en Colombia y qué le han generado los emprendedores en el programa?
Generan un impacto impresionante, es inmensa la cantidad de personas que están buscando emprender en este país. Para decirte algo: por el programa pasaron más de 2.000 personas, en esta primera temporada vamos a ver 45 proyectos. Me conmueve que una cantidad de gente que no tiene tantas posibilidades o que no ha tenido posibilidades en la vida, ha tenido la fuerza y la valentía de sacar negocios adelante y que generan rentabilidad y ayudan a comunidades. Es muy gratificante.
Y por otro lado, es una clase maestra de negociación y habilidad empresarial en vivo, Shark Tank ahora es parte de las mejores universidades del mundo, le enseñan a la gente cómo emprender, cómo negociar y cómo sacar una idea adelante, basada en cifras reales y en ideas reales.
¿Cómo ha sido la experiencia con los otros ‘sharks’? ¿Cómo se relacionan varios inversionistas a la hora de apoyar un emprendimiento?
Ha sido una experiencia muy gratificante, he aprendido un montón de cada uno de ellos, cada uno tiene su sello personal, su forma de hacer negocios. Creo que hacemos un gran panel, porque cada uno aporta algo diferente. Obviamente en el momento de querer ganar el proyecto, como decimos en el lenguaje shark, “saca tus colmillos para ganártelo”, pero también hemos hecho alianzas interesantes, porque si vemos que dos o tres somos mejor para el emprendedor que solo uno, hemos cedido y hay emprendimientos en los que todos hemos participado juntos.
Después de esta experiencia, ¿cómo se puede ver el emprendimiento en el país?
Con programas como este la gente se da cuenta de que el emprendimiento sí se puede lograr, pero no se puede lograr de la nada, no es suerte, requiere esfuerzo, no es encontrar la app millonaria o un negocio que salió de la nada, requiere un gran equipo de trabajo que te ayude; horas extras de trabajo, porque exige trabajar más que cuando se es empleado de una empresa, requiere de valentía, requiere incluso ser un poco arrogante en el sentido de querer que tus sueños se te cumplan y se hagan realidad.
¿Todos los emprendimientos están relacionados con tecnología?
No, hay de todas las ramas y de todas las especies. Es muy diverso, muy interesante, hay productos tanto de alimentos como de tecnología, inventos, ropa, aplicaciones. Son miles y miles que te pasan por el frente y te das cuenta de la inmensa creatividad que existe en el país.
¿Todos son jóvenes?
No, también es diverso, hay gente joven, de mediana edad y también mayor que sueña con que alguien conozca su idea y la apoye. Hay amas de casa que decidieron también emprender.
¿Si tuviera en frente a un emprendedor qué consejo le daría?
Que fuera hábil en los negocios, que tenga las cifras claras en su mente, que sepa que debe rodearse de un buen inversionista o de un excelente equipo de trabajo, porque cinco cabezas piensan más que una.
¿Cómo definiría el emprendimiento en una sola frase?
Es jugársela a que tu idea sea exitosa, pero teniendo bases fundamentales, sólidas y un objetivo claro al que quieras llegar.