Rafael Socarrás no pudo participar en una licitación porque no consiguió con quién mandar los documentos. Ese fue el origen de Mensajeros Urbanos, la firma que desde hace cinco años conecta mediante una plataforma tecnológica empresas y personas naturales que tienen la necesidad de hacer envíos, con mensajeros ubicados en toda la ciudad.
Mensajeros Urbanos se gestó oficialmente en 2013, cuando Rafael y Juan David Vizcaya se conocieron en un startup weekend de la universidad de los Andes durante el cual desarrollan la primera versión de la aplicación.
Si bien la empresa empezó orientada hacia mensajería corporativa, hoy también atiende personas naturales y creó una línea enfocada a domicilios, cuyos clientes son restaurantes, farmacias o supermercados que atienden sus pedidos a través de Mensajeros Urbanos.
“Hay un proceso de vinculación de los mensajeros muy estricto, se revisan antecedentes penales, se mira el score de cada mensajero que se quiere aliar y, basados en eso, los aceptamos. Además, el mensajero tiene ingresos elevados con nosotros y eso garantiza que quiera hacer las cosas bien”, explica Santiago Pineda, gerente general de la empresa.
La compañía tiene una evolución constante en temas tecnológicos para mejorar permanentemente el servicio. Por ejemplo, cuenta con algoritmos de predicción de demanda que dicen con una hora de anticipación cuándo y dónde van a salir los servicios, con lo cual se mejora el tiempo de entrega.
Para mensajería corporativa, por ejemplo, el mensajero se demora entre 14 y 18 minutos para recoger la “vuelta”. Y en domicilios, las entregas se hacen en 33 a 36 minutos. El costo del servicio depende del kilometraje que recorra el mensajero y de la línea de negocio, pero en promedio la mensajería está en $10.000 y los domicilios en $4.500.
En el caso de envíos que implican dinero en efectivo, la persona declara en la aplicación el valor que se transportará y, en caso de pérdida, la empresa responde por el cien por ciento del valor.
Actualmente, la empresa atiente cerca de 3.000 pyme –uno de sus principales clientes- y 6.000 personas naturales. Presta el servicio en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Santa Marta y Cartagena.