Apps: ¿la cura para el sistema de salud?

2 de mayo de 2014

Lo que no han podido hacer el Gobierno ni los congresistas con la fallida reforma a la salud en Colombia lo podrían lograr los emprendedores tecnológicos. Estamos cerca de un modelo más eficiente y moderno gracias al desarrollo de aplicaciones encaminadas a ese propósito.

Por: Ricardo Solarte

Dicen que nada en la vida pasa por que sí y que algunas personas con las que nos topamos en el camino nos marcan para siempre. De eso puede dar fe Sebastián Alba Ospina, un médico manizalita de 30 años que se ha convertido en una de las promesas de los startup colombianos. Y puede dar fe de ello porque reconoce que nada de esto hubiera sido posible sin un factor clave: la disciplina.

Confiesa que lo aprendió en uno de sus primeros trabajos cuando salió egresado como médico de la Universidad de Manizales. “Mi jefe era un cirujano de trauma, muy del estilo americano, y eso hizo que yo fuera más organizado”, dice. Esa virtud le sirvió para crear una aplicación que facilita el trabajo de sus colegas a la hora de dar medicamentos a sus pacientes vía intravenosa en las salas de urgencias y cuidados intensivos mediante las bombas de infusión.

Y es que los médicos deben hacer cálculos matemáticos para determinar la cantidad y el tiempo en que deben suministrarse los fármacos, y el riesgo de equivocarse es alto. Sebastián pensó en una aplicación que les ahorrara ese trabajo. Pero como lo suyo es la medicina y no la programación, buscó a quienes se convertirían en sus compañeros de aventura: Cristian Camilo Pérez, Johan Gómez Osorio y Daniel Ramírez, los dos primeros son ingenieros de sistemas y el último, diseñador visual.

Así se juntaron cuatro mentes en pro de un objetivo: una que conocía desde adentro la necesidad, dos que tenían experiencia en el desarrollo de aplicaciones móviles y una más que le daría el diseño y la usabilidad. Se demoraron cuatro meses en darle vida a la primera versión y finalmente la lanzaron con el nombre de Infusiones.

Inicialmente este proyecto se pensó como valor agregado para los clientes de Revive, la empresa de entrenamiento médico de la que Sebastián Alba Ospina es socio fundador.

Al cabo de un mes la aplicación había sido descargada 20 mil veces en distintos rincones del planeta: desde el continente americano hasta el africano, pero especialmente en México. Con esta acogida era claro que Infusiones no serían un lujo exclusivo de los clientes de su empresa. Entonces se sentaron a pensar en un modelo de negocio que permitiera monetizar la idea. Y ya lo tienen: la descarga básica es gratuita, y hay una versión en la que se incluyen más medicamentos con un costo de 5 dólares o 10 mil pesos colombianos. En el último mes han vendido US$1.000 en descargas pagas.

Adicionalmente, están cerrando una negociación con un laboratorio que está interesado en conocer el uso de fármacos por parte de los médicos que usan la aplicación. Ahora van en 69 mil descargas con datos completos. Estos tres emprendedores están muy entusiasmados y ya tienen otra aplicación entre manos que se está cocinando: se llama Sintomapp. Por ahora no dan detalles del problema al que se da solución, pero lo cierto es que el proyecto ya fue ganador del Startup Weekend Manizales 2013, así que pinta muy bien.

Servicios en la nube para laboratorios

A unos 290 kilómetros de distancia de la cálida Manizales, en el centro del país se encuentra Julio César Uribe, un emprendedor de 44 años nacido en Bucaramanga quien desde hace 13 años dejó su tierra natal para buscar fortuna en la capital colombiana. A diferencia de Sebastián Alba Ospina, quien es un médico metido en el mundo de la programación, Julio César es un ingeniero de sistemas que entregó su vida para generar soluciones para la salud.

Después de su paso por diferentes entidades del sector, un día decidió reunirse con dos colegas a quienes había conocido en el mundo laboral. Los tres tenían algo en común: no se conformaban con trabajar para una sola empresa en la que tenían un potencial de desarrollo limitado, y soñaban con aportarle al sistema de salud en Colombia y Latinoamérica.

Esos dos aliados son Dorian Rallón de 28 años y Luis Antonio Soler de 33 años, dos ingenieros de sistemas expertos en programación. Julio César se conocía con Dorian desde que trabajaron juntos en su natal Bucaramanga en la Fundación Cardiovascular. Y por la misma época dieron con Luis Antonio, un bogotano que representaba a la firma Microsoft y quien debía estar en permanente contacto con Julio César y Dorian por cuestiones de trabajo.

En 2012 se reunieron nuevamente para presentarse a una convocatoria del Ministerio de las TIC y su programa Apps.co. Lo hicieron con una aplicación llamada “Lysis” que integra la información de exámenes de laboratorio en la nube y que es de fácil acceso y consulta para laboratorios, centros de salud y pacientes.

De esta manera, la orden de exámenes que expide el médico llega al laboratorio en tiempo real y los resultados pueden ser vistos en línea por el médico que los ordenó y por el paciente. Para proteger la privacidad del examinado, sólo se puede acceder a la información por medio de un token que genera el sistema y que llega al paciente por medio de correo electrónico.

La manera de monetizarlo es a través de un mantenimiento anual que deben pagar los laboratorios y centros médicos (EPS e IPS). Algunas entidades han desarrollado este sistema de manera doméstica en una red cerrada. Lo que propone Lysis es que la historia clínica de un paciente se concentre en un solo lugar para que se pueda acceder a ella desde cualquier laboratorio o entidad prestadora de salud, ubicada en Colombia y el mundo. Con esta aplicación, desarrollada 100% en la nube, se puede lograr.

Luego de seis meses la aplicación ha transformado la manera de operar de al menos una treintena de laboratorios y centros médicos en Colombia que ya la usan. Pero el mayor impacto sin duda es para los usuarios. Lysis ha procesado unos dos millones de resultados de laboratorio de unos 530 mil pacientes únicos, quienes acceden a los resultados de exámenes en línea, ahorran tiempo valioso en desplazamientos y ahora tienen una percepción distinta del sistema de salud.

Ha sido tal el impacto de esta aplicación que ganó un capital semilla por 90 millones de pesos, y también fue seleccionada entre los 100 mejores emprendimientos del mundo para que viva un proceso de aceleración en StartUp Chile. Además de relacionarse con los mejores del mundo en el país austral, estos emprendedores recibirán un segundo capital semilla de US$45 mil. Sin duda, el trampolín para llegar a Silicon Valley y replicar el modelo de negocio en el mundo entero.

Las que vienen en camino

Infusiones y Lysis son solo dos de las aplicaciones del sector salud que prometen transformar dos procesos. Por un lado, la manera de hacer las cosas en las salas de urgencias y cuidados intensivos a la hora de recetar a los pacientes más críticos. Y por el otro, la relación de los pacientes con el sistema al integrar su historia clínica en la nube y eliminar, de una vez por todas, los trámites burocráticos que los agobian.

Además de estos emprendimientos se vienen abriendo camino, entre otras, aplicaciones como “Doctor Home”, que permite de manera sencilla la oportuna detección de enfermedades cardiacas aumentando así la calidad de vida de los colombianos a través de la telemedicina. Y Fonolapps, que proporciona al personal médico una ayuda diagnóstica por medio de un estetoscopio (fonendoscopio) digital.

Lo cierto es que el mundo está cada vez más conectado y en busca de que la tecnología aporte soluciones a sus problemas cotidianos, como los padecimientos con su sistema de salud. A eso se debe sumar que los gobiernos le están apostando a este tipo de emprendimientos como una manera de salir del atraso y acelerar su crecimiento económico. Los emprendedores están surgiendo, pero como pasa en muchas esferas de la vida: son muchos los llamados y pocos los escogidos. Solo quienes además de inspiración estén dispuestos a transpirar por su sueño alcanzarán la meta.

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