Para crecer no necesitas ‘matarte’ trabajando

18 de septiembre de 2021

Para impulsar el crecimiento de un negocio no basta con trabajar duro todos los días, lo más importante es tener la capacidad de evolucionar con la empresa para identificar cuándo es el momento de pasar a ser dueño de negocio y dejar de comportarse como un autoempleado, que se sumerge en infinidad de tareas operativas y se desgasta con la microgerencia.

“El primer paso es hacer consciencia de esta situación, antes de que el cansancio nos pase factura en nuestra salud”, advierte el mentor y coach Luis Gerardo Caro. A continuación, se deben identificar aquellos pasos que llevarán al rol de dueño de negocio, que se asimila al del director técnico en un equipo de fútbol, señala Daniel Montejo, emprendedor serial, formador y mentor empresarial.

“En las primeras etapas de una empresa nos toca ser artistas y operativos, pero cuando el crecimiento se ha detonado es vital comportarse como dueño de negocio para gestionar con eficiencia los recursos disponibles de la empresa. El empresario tiene que dejar de pensar como el capitán del equipo, pues no debe correr en la cancha con sus colaboradores sino definir la estrategia, evaluar las jugadas y elegir al mejor talento humano para obtener resultados”, afirma Montejo.

Para impulsar el crecimiento de un negocio no basta con trabajar duro todos los días, lo más importante es tener la capacidad de evolucionar con la empresa para identificar cuándo es el momento de pasar a ser dueño de negocio y dejar de comportarse como un autoempleado, que se sumerge en infinidad de tareas operativas y se desgasta con la microgerencia.

“El primer paso es hacer consciencia de esta situación, antes de que el cansancio nos pase factura en nuestra salud”, advierte el mentor y coach Luis Gerardo Caro. A continuación, se deben identificar aquellos pasos que llevarán al rol de dueño de negocio, que se asimila al del director técnico en un equipo de fútbol, señala Daniel Montejo, emprendedor serial, formador y mentor empresarial.

“En las primeras etapas de una empresa nos toca ser artistas y operativos, pero cuando el crecimiento se ha detonado es vital comportarse como dueño de negocio para gestionar con eficiencia los recursos disponibles de la empresa. El empresario tiene que dejar de pensar como el capitán del equipo, pues no debe correr en la cancha con sus colaboradores sino definir la estrategia, evaluar las jugadas y elegir al mejor talento humano para obtener resultados”, afirma Montejo.

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