A más de un año de pandemia y ante la evidencia de que varios sectores y empresas han tenido dificultades para recuperar sus ingresos y estabilizar sus finanzas, la Superintendencia Financiera anunció la extensión del Programa de Acompañamiento a Deudores (PAD) hasta el 31 de agosto del año en curso, en los mismo términos establecidos en la circular 022 de 2020, que le dio vida.
El objetivo del PAD es establecer condiciones para brindar soluciones estructurales a los deudores, cuya situación económica y financiera se ha visto impactada como consecuencia del impacto por el Covid-19.
De esta extensión pueden beneficiarse tanto personas y empresas que no se hayan acogido al programa con anterioridad, como aquellas que ya se hayan visto favorecidas por él.
Para aplicar al programa, cada empresario debe acercarse a la entidad bancaria y solicitar el estudio de sus créditos para conocer cuáles serían las nuevas condiciones para reestructurar cada producto. Cabe recalcar que cada entidad bancaria tiene la libertad de otorgar diferentes beneficios dependiendo del estado financiero del deudor, entre ellos, la reducción de la cuota, el no aumento de la tasa de interés inicialmente pactada del crédito y nuevos períodos de gracia.
En este sentido, hasta el 31 de agosto de 2021, tanto para el proceso de otorgamiento de nuevos créditos como para la redefinición de los créditos en el marco del PAD, las entidades vigiladas por la Superfinanciera podrán establecer procedimientos que empleen información alternativa que les permita obtener una percepción razonable y objetiva sobre la capacidad real o potencial de pago del deudor y que reconozca variables adicionales sobre la reactivación del sector económico donde se desempeña y su capacidad de generación de ingresos.
A 31 de mayo, en el marco del desarrollo del PAD, 2’236.844 deudores han redefinido las condiciones de sus créditos por un valor de $ 36,1 billones. De acuerdo con el seguimiento realizado por esta Superintendencia, el 90,3 % de esta cartera ha logrado mantenerse al día en el pago, lo que reafirma que el PAD es una herramienta que ha logrado mantener un balance entre la necesidad de brindar soluciones a los deudores y la adecuada gestión y revelación del riesgo.