Estrategias para esta economía de guerra: Ponte fit, es momento de negociar.

5 de marzo de 2020

abril 19c 2020 1

POR ADRIANA MACÍAS 

Algo tan simple como ir al odontólogo para una limpieza de rutina se convirtió en una seria amenaza para muchos colombianos que temen contagiarse con el COVID-19, lo mismo que subirse a un bus, entrar a un cajero electrónico o simplemente tocar el carrito de compras en el supermercado. El concepto de riesgo ha cambiado para siempre y los empresarios debemos tener claro cómo el miedo al contagio impacta nuestras actividades, en particular para aprovecharlo a nuestro favor.

Digo esto para que en lugar de ser presas del pánico, tracemos un plan consistente de mediano y largo plazo para nuestras empresas. En el corto plazo seguramente a muchos les servirán las medidas emitidas por el Gobierno en el marco de la Emergencia Económica, que culminó el pasado jueves 16 de abril. Todas las fichas legales y herramientas de apoyo gubernamental quedaron sobre la mesa para que los empresarios puedan actuar y tomar decisiones que les permitan mantener su operación en esta coyuntura.

Para guiarte en este proceso, incluimos un compendio que la firma Crowe Co. nos ha cedido para que nuestra comunidad empresarial tenga a la mano todos los decretos, resoluciones y circulares emitidos en diferentes aspectos: tributarios, laborales, financieros, entre otros. Del mismo modo, el consultor Pedro Sarmiento, experto de la compañía, presenta un resumen de las medidas tomadas por el Gobierno 

Aunque no podemos perder de vista que a lo largo del 2020 será muy difícil que se normalice la operación de miles de empresas que no podrán atender público de la manera tradicional y muchas personas que dejarán de consumir múltiples productos y servicios a causa del desempleo. Claramente, se evidencian tres situaciones en el empresariado colombiano:

  1. Los que van a todo vapor duplicando y triplicando su producción porque son claves para atender los requerimientos de la sociedad en esta emergencia: empresas de productos e insumos médicos, confeccionistas que se volcaron a la producción de tapabocas y prendas médicas, empresas de alimentos, de distribución y logística, entre otros.
  2. Los que frenaron sus ventas, con un notorio golpe sobre los ingresos reduciéndolos hasta en un 20% de lo habitual para esta temporada.
  3. Los que no están generando ingresos porque sencillamente la pandemia los mandó para la casa y aunque pueden hacer teletrabajo para temas administrativos no tienen operación de cara a sus clientes. Este es el caso de los organizadores de bodas y festejos, operadores turísticos, muchos hoteles e incluso restaurantes que no estaban preparados para atender domicilios.
  4. Independientes, profesionales y técnicos, como odontólogos, pediatras, nutricionistas y muchos otros especialistas que también están confinados en sus hogares pero que además van a tener menos pacientes a lo largo del año por las restricciones que se mantendrán sobre buena parte de la población.

¿Qué hacer frente a este panorama? Seguramente una parte de los que están en cese de actividades son presas del pánico, emitiendo SOS para solicitar más ayudas al Gobierno pero es importante que quede claro algo: hay que tomar decisiones ya con una visión a por lo menos 7 meses, es decir de aquí a diciembre, si queremos sobrevivir. Y no habrá créditos del Gobierno, ni Garantías del Fondo Nacional de Garantías que nos aguanten para atender las nóminas y los gastos fijos de ese semestre completo.
Quiero aclarar que en este momento nadie tiene la receta para superar la crisis, pero seguramente sí hace falta una buena dosis de realidad para que pongamos los pies en la tierra y actuemos con diligencia antes de que sea tarde. A partir de hoy, te compartiremos una serie de estrategias para que evalúes cuál te funciona. Aquí va la primera:

– ESTRATEGIA 1: PONTE FIT

  1. Toma la guadaña y mentalízate para cortar todo lo que sobra, y con sobra me refiero a todo recurso que en este momento no te ayuda a generar ingresos y atender la operación. Si es claro que en el 2020 no podremos ir a las oficinas como solíamos hacerlo antes de marzo ¿tiene sentido seguir pagando arriendo, servicios públicos y administración de un inmueble que estará vacío la mayor parte del tiempo? Aquí no se vale pensar en todo el dinero que invertiste amoblando, remodelando y mejorando el inmueble, esa plata ya se quemó y ahora lo que cuenta es el presente y el futuro. ¡NEGOCIA CON TU ARRENDATARIO!
  2. Conéctate con tu contador y revisa tu estado de pérdidas y ganancias, mira con lupa todos los costos y gastos por más pequeños que sean y calcula cuánto te significan en ahorro en los próximos seis meses si dejas de gastar en ellos o, por lo menos, reduce la cuenta. ¡NEGOCIA CON TUS PROVEEDORES!
  3. Elimina, reduce o reutiliza todos tus recursos, especialmente si tienes claro que el aislamiento o el alejamiento social continuará jugando en tu contra. Con respecto al personal es importante que tengas en cuenta que en este momento es vital contar con la gente más valiosa, los que van a ser claves para pensar en cómo generar nuevos ingresos y en ejecutar todas las acciones de rescate. Si tienes dudas sobre algunos de ellos, revísalo con lupa. Elimina todos los auxilios, bonos y beneficios extra que se otorgaron en épocas de vacas gordas, pero hazlo con delicadeza y empatía, mostrando el panorama que afronta la empresa. Consulta con tu abogado laboralista las medidas vigentes y los posibles impactos ¡TÚ NO ERES EL ÚNICO RESPONSABLE DE SACAR ADELANTE TU EMPRESA, CADA EMPLEADO ES RESPONSABLE DE CUIDAR SU PUESTO DE TRABAJO!
  4. Lo más importante es hacer las cosas con compasión y con justicia, pensando en cómo se puede ayudar a quienes no podrán seguir en el barco por lo menos para que cubran lo básico durante un tiempo prudencial. Oriéntalos sobre los auxilios que tiene el Gobierno para ellos: subsidio al desempleo, aportes a pensión más bajos, facilidades para el pago de servicios públicos y para arriendo, aplazamientos de pago de cuotas hipotecarias con los bancos. Crea un fondo de solidaridad para que los que lo necesiten puedan solicitar apoyo en los próximos meses. ¡AYÚDALOS A MANTENERSE A FLOTE MIENTRAS TÚ TAMBIÉN LUCHAS PARA EVITAR EL NAUFRAGIO!
  5. Arremángate y ponte fit tú también. El que predica debe practicar así que es el momento de simplificar también tu estilo de vida y eliminar todas o muchas de tus prebendas, como una muestra de que todos ponen: asume los pagos que tu empresa hacía por tí, si es posible ajusta tu sueldo o por lo menos alivia la caja bajando el flujo de efectivo que recibes mensualmente y apostando a que en el futuro podrás recuperar esa inversión. Revisa qué beneficios formulados puedes aprovechar para reducir tus obligaciones en los meses más críticos: congelación de cuota hipotecaria, de crédito de consumo, entre otros. ¡DISCIPLÍNATE Y SIMPLIFICA TU VIDA!

Esta es apenas una lista de las medidas FIT que podrás poner en marcha rápidamente para enfrentar esta economía de guerra en la que estamos. En el siguiente artículo te orientaremos sobre las Estrategias para sembrar y mover la caja. ¡SE CREATIVO PERO ASESÓRATE DE EXPERTOS EN MATERIA TRIBUTARIA, FINANCIERA Y LABORAL!

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