Tiempo de lectura: 1.91 min
Contar con indicadores de desempeño pertinentes para el negocio permite tomar decisiones acertadas que impacten de manera positiva la productividad y los resultados empresariales.
Si un auto no tiene medidor de gasolina, su dueño no sabe cuántos kilómetros puede recorrer por galón ni cuánto gastaría si tuviera que hacer un viaje largo. Lo mismo ocurre con las empresas: ante la ausencia de indicadores que midan su actividad y progreso no pueden tener el control del negocio ni tomar decisiones oportunas que aporten a su productividad y sostenibilidad.
Lamentablemente, las compañías cometen errores frecuentes en ese sentido. Algunos empresarios creen que implementar indicadores es un tema de grandes corporaciones o se resisten a esta práctica porque la ven como un asunto complejo en el que no vale la pena desgastarse.
Lo cierto es que contar con indicadores clave es necesario cuando se busca el fortalecimiento de un negocio y su sostenibilidad. “Es importante que las pymes se enfoquen en la rentabilidad y la operación del negocio, pero que sepan que hay que trazar un camino y tener una estrategia a largo plazo para reaccionar ante lo que pueda pasar”, afirma Diego Castillo, gerente comercial de ClearSale y parte de la red de expertos de Desarrollo Empresarial de Colsubsidio.
La gestión basada en indicadores es mucho más sencilla de lo que muchos creen, es más, no se requiere una batería compleja de variables para entender cómo va el negocio.
De acuerdo con Castillo, en primer lugar, se deben seleccionar los indicadores más pertinentes para medir el desempeño de cada empresa según su tamaño o actividad económica. Estos, según el experto, se clasifican en tres grupos:
- Financieros: evidencian cuál es la situación financiera del negocio en aspectos como la rentabilidad operativa y neta, la disponibilidad de efectivo, la relación de costos fijos y variables en función de las ventas, el nivel de deuda que tiene la organización y su capacidad para pagarla, entre otros.
- Administrativos: involucran aspectos como la rotación de personal, la satisfacción de los colaboradores y las mejoras productivas generadas por los procesos de capacitación.
- Comerciales y de operación: evalúan la efectividad de las acciones de mercadeo y ventas, permiten entender aspectos como el costo de adquisición de clientes, la efectividad de las inversiones en publicidad, las líneas de portafolio con mayor impacto en el mercado y la segmentación de clientes, entre otros.
En el día a día es importante analizar si los indicadores seleccionados funcionan o no, es decir, si brindan información relevante para la empresa. El periodo de medición depende del comportamiento de la misma, pues no es igual un negocio que tiene picos de venta los sábados o domingos y requiere un análisis de indicadores cada semana, que una compañía que genera producción por lotes o pedidos y puede realizar un análisis mensual.
La ventaja de realizar el seguimiento es que, entre más corto sea el periodo de revisión, más rápidamente se podrán tomar acciones correctivas.
“Existen negocios en los que el dueño tiene los números en la cabeza porque conoce perfectamente su producto y el mercado. Eso es válido, pero cuando un factor externo afecta al negocio, como la pandemia, y no se tiene medido lo que sucede, difícilmente se puede tomar una decisión asertiva”, concluye Diego Castillo.