El departamento adelantó una encuesta entre los empresarios para conocer el impacto de la pandemia en el empresariado. También priorizó algunos programas y actividades para impulsar la productividad
La mitad de los empresarios de Boyacá cree que su negocio tardará por lo menos tres meses en recuperarse del impacto generado por la pandemia por el Covid-19 y sus cuarentenas, panorama que refleja cierto optimismo en la región. Sin embargo, la incertidumbre ronda el futuro inmediato para un 36,1 %, que opina que no es posible estimar un tiempo de recuperación debido a la falta de información que se tiene sobre la pandemia.
Así lo refleja el estudio ‘Efectos y expectativas de recuperación económica frente a la pandemia COVID-19 en el departamento de Boyacá’, adelanto por la Comisión Regional de Competitividad e Innovación en alianza con la Secretaría de Desarrollo Empresarial del departamento; las Cámaras de Comercio de Tunja, Duitama y Sogamoso; la UPTC, UNIBOYACÁ, UNAD y el CREPIB.
Este completo estudio incluye una amplia encuesta realizada -entre el 19 de mayo y el 3 de junio de este año- a 1.062 unidades empresariales (personas naturales y jurídicas) registradas en las cámaras de comercio mencionadas, para identificar los efectos generados por la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, así como las oportunidades de recuperación y emprendimiento en el sector empresarial del departamento.
Según esta, para el 45,1 % de los encuestados el nivel de ventas ha disminuido y un importante 47,1 % no ha logrado vender nada, o lo que es lo mismo, vio una reducción de sus ventas en un 100 %. Un 7 % no percibe variaciones y un exiguo 0,8 % ha experimentado aumentos en sus ventas durante la emergencia. El aumento promedio fue del 46 %.
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En Boyacá, cerca del 42 % de las empresas registradas ante las cámaras de comercio pertenecen a la actividad ‘comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores y motocicletas’, por lo que el autoempleo es muy alto. Solo un porcentaje pequeño de los encuestados contaba con más de 5 empleados antes de la emergencia
Para las cerca de 474 empresas que experimentaron una reducción en sus ventas, el 37,2 % vieron una disminución superior al 70 %. Las variaciones negativas de las ventas entre el 5 y el 20 % solo representan el 4,2 % del total.
La disponibilidad de efectivo ha sido limitada para cerca del 58,7 % de las empresas; un alto porcentaje de los empresarios (70,7 %) se encuentra trabajando por debajo de la mitad de su capacidad (<50 %) y la terminación de contratos ha sido la principal medida que han tomado en materia laboral ante la emergencia y solo el 7 % ha implementado formas de teletrabajo.
Del total de 572 empresarios (54 % del total de la muestra) que manifestaron contar con algún empleado, el 53 % no pudo mantener el pago a sus trabajadores. De otro lado, el 23,5 % del total de encuestados realizaron alguna contribución en especie ante la emergencia (mercados de alimentos, principalmente) o apoyar a las familias de sus empleados (11,3 %). Una tercera parte de los encuestados espera una disminución en el número de empleados.
Respecto a las ayudas del gobierno, al parecer la información está llegando de manera adecuada, pues sólo un 23 % de los consultados manifiesta conocer los programas dedicados al sector empresarial. De otro lado, las medidas orientadas a garantizar reservas, liquidez y solvencia en las entidades financieras para que los empresarios (personas naturales y jurídicas) puedan acceder a productos de crédito ha tenido resultados más pronunciados en unas regiones que otras. Para el caso de Boyacá, apenas el 2,1 % del total de encuestados había solicitado acceso al “subsidio a la nómina”.
Este documento también registra las acciones y programas que el departamento de Boyacá ha puesto priorizado para impulsar la reactivación económica, proteger el tejido empresarial y recuperar el empleo y así mitigar los impactos de la crisis generada por el Covid-19.
Generar capacidades que contribuyan al crecimiento y mejoramiento del tejido empresarial; ofrecer asesorías y acompañamiento para el fortalecimiento y la sostenibilidad de los emprendimientos; fortalecer la industria de alimentos procesados hacia la competitividad sectorial y de las empresas que dan valor agregado a materias primas; desarrollar estrategias para facilitar el comercio exterior son algunas de ellas.
Recomendaciones
Finalmente, el estudio incluye recomendaciones y conclusiones, que reproducimos a continuación, pues puede ser de utilidad para otras CRCI, ya que el panorama pospandemia requerirá de actitudes resilientes y creativas.
Esta coyuntura es clave para promover cambios estructurales que permitan posibilidades de recuperación, lo cual requerirá del concurso de un número amplio de actores e instituciones.
Las siguientes recomendaciones, elaboradas por todo el equipo, están enfocadas en mejorar la información para reducir la incertidumbre e impulsar la competitividad.
1. A pesar de la formalidad empresarial, la informalidad laboral limita el acceso por parte de los empresarios a programas de subsidio a la nómina. La información y condiciones para el acceso a este y otros programas termina también ser deficiente.
2. Los resultados hicieron evidentes los problemas de acceso a dispositivos, cobertura de redes de internet, competencias y habilidades que dificultan el tránsito al comercio electrónico, por lo que se hacen necesarios programas de formación y acompañamiento. Es importante mencionar que este tipo de estrategias solo favorecerían un porcentaje reducido de actividades económicas. No todos son aptos para ella.
3. Se hace necesario diseñar estrategias de reapertura (corto plazo) y reactivación económica (largo plazo) diferenciadas dependiendo del número de contagios en cada municipio (o grupos de municipios) de manera concertada entre los gobiernos locales y el gobierno departamental puede ser alternativa viable.
4. Se debe contar con estrategias en generación y divulgación de información pertinente y en menor tiempo, ya que será clave para la toma de decisiones de los gobiernos territoriales y para el sector empresarial para formular las acciones tendientes a la reactivación económica.
5. Es vital generar información permanente acerca de las condiciones de los diferentes sectores productivos del departamento, esto con el fin de mejorar la toma de decisiones por parte de todos los actores interesados. Se recomienda realizar estudios sectoriales, los cuales podrían generar recomendaciones específicas.
6. Es importante contar con mayor y mejor información relacionada con la oferta institucional que se tiene como apoyo al empresariado. En esta actividad, se debe fortalecer la articulación de instancias y actores a nivel público como privado, pues resultará fundamental la coordinación de acciones y unión de esfuerzos técnicos, operativos y financieros para el logro de objetivos comunes a favor de la recuperación de la economía.
7. Se pudo establecer que es necesario reforzar la información referente a la adopción de protocolos de bioseguridad de acuerdo con cada actividad económica.
8. Reforzar las acciones de mitigación de propagación del virus es un imperativo. Vacunas o tratamientos médicos se encuentran en desarrollo y su acceso podría ser limitado a los países en desarrollo, sí los principios de salud pública de contexto y equidad no se cumplen. Por tanto, una relajación de las medidas de confinamiento debe acompañarse con una ampliación en la capacidad del sistema de salud para realizar pruebas, rastreo, seguimiento y aislamiento.
9. Resulta sustancial que desde el gobierno departamental se hagan esfuerzos importantes para generar estrategias de comercio local, compras públicas que apoyen las redes locales de suministro y provisión.
10. Se debe insistir y acompañar al empresario con campañas de concienciación para que la ciudadanía se solidarice con su función social de generación de empleo y riqueza.