7 errores más comunes en el desarrollo de un proyecto de energía solar

18 de septiembre de 2023

Muchas empresas temen abordar la implementación de un sistema de energía solar porque desconocen los riesgos asociados y temen cometer errores costosos. Aquí te contamos qué debes tener en cuenta para montar tu proyecto sin contratiempos.

Los errores en un sistema de energía solar pueden poner en riesgo la inversión y generar una menor eficiencia en comparación con lo estimado. Y si bien existen factores ajenos al proyecto que pueden impactar su desarrollo, es posible gestionar esos riesgos y prever de antemano otras afectaciones.

El primer paso, es seleccionar un proveedor idóneo con suficiente experiencia y ofrezca las garantías sobre el proyecto a desarrollar. También es clave realizar una planeación detallada del proyecto y los eventuales riesgos antes de dar el visto bueno para la ejecución, asegura Leonardo Salinas, coordinador comercial de Greendipity, empresa que lleva ocho años desarrollando proyectos fotovoltaicos para diferentes sectores económicos.

De acuerdo con el experto, estos son los principales errores que se deben evitar cuando se quiere implementar un sistema de energía solar en una empresa:

  1. Desconocer las necesidades de generación de energía: desconocer el nivel de consumo y no tener clara la meta de un proyecto fotovoltaico conduce a realizar inversiones innecesarias o inadecuadas.
  1. No analizar el costo beneficio del proyecto: el tiempo estimado para lograr el retorno de la inversión, en el caso de Greendipity, es inferior a tres años y el objetivo es que el sistema de energía solar se pague con ese ahorro. Si en las proyecciones financieras se afecta el flujo de caja de la empresa es necesario revisar los cálculos porque con seguridad alguna variable no funciona.
  1. No realizar un estudio técnico de viabilidad antes de la instalación: existen proveedores que hacen una oferta y apresuran al cliente a firmar el contrato, pero cuando van a instalar se encuentran con que, por ejemplo, las cubiertas de una bodega no soportan los paneles. Entonces se retractan del contrato o exigen al cliente cubrir los gastos asociados a la reparación de las cubiertas. Por eso, el cliente siempre debe asegurarse de que la cotización cubre todos los gastos para evitar que más adelante surjan valores adicionales o no contemplados.
  1. No verificar la calidad de los paneles o de la infraestructura que se instalará: esto no solo puede generar un deterioro de la inversión, sino que incluso representa un peligro que puede derivar en accidentes o lesiones para quienes trabajan cerca de los paneles.
  2. No solicitar garantía sobre el proyecto ni sobre sobre la energía a generar: no todos los proveedores ofrecen garantías sobre los proyectos, es decir sobre los elementos que forman parte de toda la instalación ni siquiera sobre la energía a generar.
  3. No calcular la relación entre inversión y garantía: es necesario conocer si la garantía de los equipos está por debajo del retorno de la inversión o por encima. Por ejemplo, si el retorno de la inversión se recibe en tres años, se cuenta con una garantía extendida de 10 años y un inversor falla en el año 11, significa que el empresario no tuvo que incurrir en gastos durante los primeros 10 años y es probable que se haya podido preparar para cubrir el cambio de un equipo una vez terminada la garantía.
  4. No asegurar el proyecto frente a otros riesgos: un sistema fotovoltaico no está exento de sufrir vandalismo o averías por incendio o terremoto, entre otros eventos, por lo tanto se requieren pólizas que aseguren este activo.

Vale resaltar que pocos proveedores cuentan con aliados como empresas de seguro que cubren diversos eventos derivados de fallas o situaciones climáticas que impiden la generación de energía solar. En el caso de Greendipity, se suscribió una alianza con Sura para asegurar la generación de energía para el cliente, una segunda póliza que cubre eventualidades sobre la instalación del sistema  y una tercer que es la garantía extendida de 25 años para todos los paneles solares y cinco años para los inversores (equipos que permiten convertir la energía producida por los paneles solares en corriente alterna lista para consumir o almacenar).

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