Según los expertos, outsourcing puede ser una buena práctica para disminuir los impactos negativos de las empresas con proveedores especializados que tengan políticas de sostenibilidad.
Hasta hace algunos años, era común asociar una empresa grande con un número elevado de trabajadores. Pero llegaron la apertura y años difíciles para la economía, con un menor crecimiento y volatilidad en las tasas de interés y la tasa de cambio, y la eficiencia operativa impulsada por la presión competitiva ha llevado a que muchas empresas tengan menos personal y tercericen actividades que no constituyen el “core” de su negocio.
En un contexto así, la tercerización (outsourcing) se convirtió en una herramienta válida a la luz de la legislación laboral colombiana que incluso les permite a las empresas enfocarse en sus actividades principales por medio de un tercero, que asume la responsabilidad de una operación o proceso productivo bajo su riesgo y autonomía.
Pero a la par con el auge de la tercerización, la sostenibilidad se convirtió en un asunto de supervivencia y competitividad para las empresas grandes, medianas y pequeñas. Y surgieron estrategias como el triple impacto, que no solo buscan la rentabilidad financiera, sino que tienen como objetivo generar un impacto social, ambiental y económico en las comunidades donde las compañías operan.
Ante esa realidad, es inevitable preguntarse: ¿es posible alinear la tercerización de servicios con la sostenibilidad empresarial?
Jorge Buendía, un consultor y fundador de Los Goodfellas y Persona Marketing, sostiene que sí es posible hacer compatibles la tercerización y la sostenibilidad, si el proveedor elegido para el outsourcing tiene al menos las mismas prácticas de sostenibilidad, o incluso mejores que las de la empresa que lo contrata.
“El outsourcing puede ser incluso una buena idea para mejorar en temas de disminución de impactos negativos con proveedores especializados en ese servicio que se va a tercerizar y que tengan unas muy buenas prácticas de sostenibilidad”, explica el experto.
Así lo hace Nitti
Pero, ¿cómo alinea la sostenibilidad con la tercerización, una empresa que ofrece servicios de outsourcing en temas de aseo y limpieza?
Creada hace un año, Nitti es una empresa caleña que ofrece este tipo de servicios y una filial de Summar, un grupo empresarial con varias líneas de negocio fundado hace 40 años y que genera casi 20.000 empleos.
En un mercado en el que la informalidad es el principal competidor, Nitti está comprometida con la dignificación del trabajo de limpieza como parte de su estrategia de sostenibilidad.
“Vemos la sostenibilidad como satisfacer las necesidades presentes sin comprometer los recursos futuros”, explica Renato Cuéllar, gerente de Nitti que, en la actualidad, genera unos 60 empleos.
En la práctica, el triple impacto económico, social y ambiental de Nitti se traduce en tres pilares fundamentales. El primero tiene que ver con la rentabilidad de la operación; el segundo con la dignificación del trabajo de limpieza y la concientización de la sociedad en esa materia; y el tercero, el ambiental.
“En lo social, buscamos impactar la vida de las personas que trabajan con nosotros, les pagamos un buen salario y ofrecemos condiciones laborales justas para que puedan realizar su trabajo”, explica el directivo.
En el pilar ambiental capacitan a las empleadas en el manejo eficiente de los recursos que tienen a disposición, así como en el de los residuos.
En cuando a la estrategia de negocio, uno de los diferenciales de la empresa es la flexibilidad, ya que ofrece sus servicios mediante contratos por días, horas o por meses, aunque las trabajadoras tienen un vínculo laboral permanente.
“Hay que entender cómo evoluciona el mundo. Antes era fundamental una persona que fuera a hacer aseo todos los días en la casa o en la empresa. Nitti empezó como un modelo B2C pensando que íbamos a atender hogares, pero las pymes se convirtieron en nuestro cliente central”, explica el directivo.
Además de ofrecerles capacitación a las operarias que se encargan de la limpieza, Nitti tiene como política dignificar la labor de sus trabajadoras cumpliendo con las obligaciones de ley y ofreciéndoles unos beneficios adicionales.
“La mayoría de nuestra competencia funciona mediante el pago por horas o días trabajados, lo que genera altas tasas de rotación. Lo que intentamos hacer es dignificar una profesión que siempre ha estado vulnerada, dándoles un salario fijo a todas las personas que trabajan con nosotros”, señala Cuéllar.
Entre dichos beneficios se cuentan un auxilio de conectividad para que las trabajadoras puedan pagar un plan celular, y un auxilio extralegal de transporte, teniendo en cuenta que tienen que movilizarse más de una vez en el día. La empresa también les ofrece unos bonos por cumplimiento a sus trabajadoras, que consiguen cuando obtienen buenas calificaciones por su desempeño.
En cuanto a los retos del negocio, Cuéllar señala que uno de los principales tiene que ver con la tasa de ocupación para mantener la rentabilidad y el compromiso con el bienestar de las trabajadoras.
“La tasa de ocupación es labor y problema nuestro; no es un trabajo de nuestras empleadas si se ocupan o no. Al final, los que nos encargamos del mercadeo y de comercializar el servicio somos nosotros”, concluye el directivo.
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