La caída del dólar es positiva porque reduce la inflación, abre la posibilidad de que disminuyan las tasas de interés, valoriza los activos en moneda local, reduce el costo de la deuda externa y modera alza en los precios de la gasolina. ¿Cuánto durará?
Después de alcanzar una cotización máxima de $5.100 a mediados de noviembre del año pasado y de registrar una alta volatilidad en lo corrido del año, el precio del dólar ha venido cayendo en las últimas semanas y ya se cotiza por debajo de los $4.200 (precio promedio).
En una coyuntura en la que el dólar ha comenzado a fortalecerse frente a las monedas de los países desarrollados, después del acuerdo sobre el techo de la deuda alcanzado en Estados Unidos, el peso colombiano se ha convertido en la divisa más valorizada del mundo en lo corrido del año.
Y aunque ello no quiere decir que la cotización actual sea barata, teniendo en cuenta que un precio de la divisa más acorde con los fundamentales de la economía colombiana sería de $3.900 o incluso menos, según el ex ministro Mauricio Cárdenas, el reciente desplome está relacionado con factores económicos y políticos.
Según Juan David Ballen, director de investigaciones de la comisionista Casa de Bolsa, aunque el dólar viene cayendo en toda la región, en Colombia lo está haciendo de una forma más profunda debido al alza en las materias primas, y la dificultad que está enfrentando el gobierno para lograr la aprobación de sus reformas estructurales, las cuales pueden tener un impacto fiscal elevado, tal como fueron llevadas al Congreso.
De hecho, ya en abril un informe del Bank of America señaló: «el mensaje principal de nuestro viaje a Colombia es que las propuestas del gobierno se están diluyendo, esto debería tranquilizar a los inversionistas». El análisis fue elaborado luego de que dos analistas de la entidad visitaran el país durante dos días y sostuvieran reuniones con el equipo económico del gobierno.
Los efectos del dólar más barato
Y es que tal como lo explica Ballén, la caída del dólar es positiva, ya que “reduce la inflación, abre la posibilidad que en un futuro se reduzcan las tasas de interés, valoriza los activos denominados en moneda local, reduce el costo de la deuda externa y modera el alza en los precios de la gasolina”.
Un factor adicional que podría acentuar la fortaleza relativa del peso frente al dólar es que el banco central de Estados Unidos (la FED) le ponga fin al alza en la subida de las tasas de interés en las próximas semanas.
Felipe Campos, gerente de Inversión y Estrategia Alianza Valores y Fiduciaria, cita un caso similar al colombiano, el chileno, donde el dólar subió por el miedo a la Constituyente y bajó por su fracaso.
“Cuando las instituciones moderan la posición del gobierno, el dólar y la incertidumbre se calman. Subió por Boric y cayó con el fracaso de su propuesta, no gracias a él”.
En el caso colombiano, las reformas se han convertido en el “coco” de los mercados y los inversionistas locales y extranjeros. A ello se suma el discurso del gobierno contra el sector minero-energético, el principal generador de divisas del país.
“Si usted tiene políticas que afectan a quienes tienen los capitales, pues lleve con orgullo la subida del dólar. Pero deje la bobada de traer reformas profundas y seguir diciendo que eso del dólar, Ecopetrol o la subida de las tasas de interés, es un invento de la oposición. Porque eso muestra ignorancia o manipulación de su base”, agrega Campos.
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Qué sucederá en el segundo semestre
La caída del dólar ha sido aprovechada por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, para sacar “pecho”. En palabras suyas, el dólar viene bajando debido a que los mercados le están creyendo al Gobierno.
A Bonilla se sumó el director de crédito público, José Roberto Acosta, al destacar que el gobierno ya ha colocado el 80% de las subastas de deuda pública proyectadas para todo el año. Actualmente los extranjeros mantienen un stock de deuda pública de $115 billones, “mostrando una leve reducción de $1 billón durante mayo a pesar del grave ruido del techo de la deuda y una exigente agenda legislativa local”, según Acosta.
“Lo que evidenciamos es un gran confianza en la fortaleza de la economía, con un crecimiento del 3% en el primer trimestre, un desempleo que desciende, una inflación que muestra una tendencia decreciente por primera vez en mucho tiempo y una revaluación del peso frente al dólar, que evidencia una reducción de la brecha frente a las monedas pares”, señaló.
pesar de ello, la suerte del precio del dólar dependerá de lo que suceda con las reformas en el Congreso y de la postura que asuma el gobierno en los próximos meses, si aquellas se empantanan por la fragilidad de su coalición en el legislativo.
“Lo más probable es que veamos a un presidente ensimismado gobernando a punta de agitación. Si logra sacar unas reformas radicales, eso será fatal para la economía por su costo fiscal”, agregó el ex ministro Mauricio Cárdenas, quien ha dicho que la tasa de cambio actúa como un termómetro de la economía. En los momentos de agitación, se dispara y en los de calma, cae.
Según José Ignacio López, gerente de investigaciones de Corficolombiana, aunque en lo corrido del año el precio del dólar se ha alejado del máximo histórico de noviembre del año pasado, una tasa de cambio alrededor de $4.500 -$4.600 -como la proyecta el mercado para fin de año, según la última Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo- sigue siendo más alta que la de pares latinoamericanos como Brasil, Chile, México y Perú.
“La prima de riesgo país, medida a través de los credit default swaps, CDS, a 5 años muestra una situación similar a la de la tasa de cambio. Actualmente el CDS de Colombia es 160 puntos básicos más alto que el promedio de la región, confirmando que el país sigue fuera de la liga de Latinoamérica”.