Según Rafael Arango, vicepresidente de Banca Empresas del Banco de Bogotá, la entidad está comprometida con la Visión 2050 que plantea una hoja de ruta para transformar al sector productivo y hacer realidad el desarrollo sostenible del país.
Con más de 310.000 unidades productivas creadas el año pasado, Colombia es un país de emprendedores, lo que constituye una buena noticia teniendo en cuenta que éstos son considerados como los dinamizadores del crecimiento y el desarrollo empresarial.
En una coyuntura caracterizada por la disminución de la capacidad adquisitiva de los colombianos, un menor crecimiento de la economía e incertidumbre para los inversionistas internacionales, los emprendedores están llamados a desempeñar un papel determinante en la consolidación de una economía cada vez más sostenible, que propenda por el desarrollo de todos y deje huellas positivas en el entorno.
Así lo advierte Rafael Arango, vicepresidente de Banca Empresas del Banco de Bogotá, una entidad financiera que, en palabras del directivo, está comprometida con promover el desarrollo sostenible, y que financia proyectos de alto impacto ambiental y social, a los emprendedores y a las empresas.
“Además de ser claves en el crecimiento del país, los emprendedores se vuelven también actores determinantes en el proceso de consolidación de una economía cada vez más sostenible, que propenda por el desarrollo de todos y deje huellas positivas en el entorno”, explica Arango.
Y es que la sostenibilidad cada vez más es considerada como un factor fundamental para la supervivencia y la competitividad de las empresas. “Hoy la sostenibilidad no es un tema de las grandes empresas nada más. Estamos viendo cambios en los patrones de consumo de los clientes que presionan a las empresas, tanto grandes como pequeñas, a transformar sus cadenas de producción, sus productos y servicios, canales de ventas y modelos de negocio, entre otros factores”, agrega el directivo.
Tanto es así, que el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD, por su sigla en inglés) creó en 2010 una hoja de ruta empresarial para que el sector privado de todo el mundo hablara el mismo lenguaje y aportara desde su potencial al desarrollo sostenible del planeta.
En Colombia, dicha hoja de ruta está sintetizada en la Visión 2050, que contempla cuatro puntos de llegada: la carbono neutralidad y la resiliencia climática; la transición productiva del país; la consolidación de la clase media; y el desarrollo territorial para la equidad.
“Esta hoja de ruta nos entrega también un mapa de las herramientas que necesitaremos para lograr tales objetivos, y uno de los más importantes es el desarrollo empresarial y la financiación”, explica Arango.
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Un sector privado comprometido
Pero la buena noticia es que el sector privado colombiano está comprometido con la adopción de prácticas sostenibles en la mayoría de los sectores económicos.
Según el Banco Mundial, en diciembre de 2020, Colombia publicó una actualización de sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) presentadas a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. En el documento, el país se comprometió a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 51% para 2030 y a trabajar para lograr la neutralidad de carbono para 2050. Posteriormente, Colombia ha dado varios pasos importantes para transformar sus intenciones en acciones.
“Muchas empresas han comenzado a adoptar prácticas más sostenibles, como reducir su huella de carbono, implementar energías renovables, mejorar la eficiencia energética, minimizar el desperdicio y adoptar políticas de sostenibilidad”, explica el vicepresidente de Banca Empresas del Banco de Bogotá. Mientras tanto, otras empresas también han establecido objetivos de desarrollo sostenible como parte de su estrategia empresarial.
“Empresas de diferentes tamaños e industrias han reconocido los beneficios de integrar la sostenibilidad en sus operaciones, no solo desde una perspectiva ambiental sino también desde un punto de vista social”, señala Rafael Arango.
Uno de los sectores que más se han trasformado es el energético, a tal punto que el aumento de la inversión y la innovación en tecnologías limpias ha llevado a una mayor eficiencia energética y una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero.
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Según el Departamento Nacional de Planeación, en 2023 Colombia multiplicará 100 veces su producción energética a partir de fuentes no convencionales de energía renovables. Así mismo, el Estado espera cumplir con el compromiso adquirido de la neutralidad del carbono para 2050, lo que implicará una mayor inversión.
El papel del sector financiero
Otro sector que ha avanzado en la implementación de estrategias sostenibles es el financiero.
¿La razón? Según el vicepresidente de Banca Empresas del Banco de Bogotá, la sostenibilidad en las entidades financieras acelera la innovación e incentiva la generación de productos y servicios innovadores, más verdes y respetuosos del medio ambiente, que cumplan con las necesidades del consumidor, al tiempo que son socialmente responsables.
En otras palabras, la alineación del sistema financiero con los retos de desarrollo garantiza la sostenibilidad económica.
Un ejemplo de ello es el Banco de Bogotá que cuenta con un portafolio para promover el desarrollo sostenible. Entre los productos se destacan la línea de desarrollo sostenible, crédito constructor sostenible, leasing financiero sostenible, créditos atados a indicadores de sostenibilidad, crédito de vehículos eléctricos e híbridos, vivienda y leasing habitacional sostenible.
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Además de ser la primera entidad del sector financiero nacional en lograr la certificación ser carbono neutro, la cartera sostenible del Banco de Bogotá representó el 6,14% de la cartera total al cierre del año pasado, con $4.4 billones, y a junio de 2023 llegó a 2 billones, lo que representa un crecimiento de seis veces frente al 2020.
“Para 2023, la apuesta es crecer el saldo de cartera verde en más del 78% frente al año anterior con una meta de $4 billones a 2025”, explicó el directivo. “Así, estamos apalancando nuestro compromiso con la sostenibilidad y continuaremos trabajando para facilitar las herramientas necesarias para lograr estos objetivos”.