“La sostenibilidad es una filosofía de vida que se construye día a día” 

27 de julio de 2023

Con una oferta de cafés gourmet y especiales, que ha sido diversificada para incluir galletas y varias tiendas, Café Quindío es una Gacela que apuesta por la sostenibilidad para generar un triple impacto. 

“Café Quindío nació hace 30 años con una filosofía de darle valor agregado al café y generar empleo”, dice Nubia Motta, fundadora y gerente de esta empresa familiar que lleva la sostenibilidad en su ADN.

Y aunque Motta no es quindiana, cuando llegó al departamento se dio cuenta de que quienes lo visitaban no se llevaban nada y de que en la región no había una empresa insignia que comercializara el café y les permitiera a los turistas llevarles algún recuerdo a sus seres queridos.

Todo esto la llevó a analizar el desarrollo que había alrededor del producto y cómo aprovecharlo. La creación la empresa coincidió con el cambio de mentalidad de que el café ‘bueno’ se exportaba y el ‘malo’ se quedaba para el país, y de esta manera fue como Café Quindío empezó a generar impacto dentro del mercado, según un estudio de caso de la Universidad Eafit.

“Hemos asumido una gran responsabilidad para manejar la marca del nombre del departamento, con muchos temas legales pero lo hemos hecho bien”, dijo Motta durante el webinar “Cómo las pymes pueden aprovechar la Visión 2050 para crecer de manera sostenible”, de MisiónPyme.

Con una propuesta de valor basada en cafés gourmet y especiales, que ha sido diversificada para incluir galletas y varias tiendas, e incluso artesanías, Café Quindío -que en 2017 recibió el Premio Gacela en la categoría de innovación- apuesta por la sostenibilidad para generar un triple impacto.

“La sostenibilidad es una filosofía de vida y durante estos 30 años hemos crecido muchísimo con la filosofía de equidad social e inclusión, porque tenemos un alto porcentaje de mujeres cabeza de hogares en las tiendas como internamente aunque los hombres también son muy importantes”, señaló Motta.

Como parte de ese mismo propósito, inspirado en la sostenibilidad y el triple impacto, hace dos años la empresa trasladó su planta a una finca en las afueras de Armenia, en una zona verde y ambientalmente protegida.

“La planta fue construida pensando en la sostenibilidad ambiental, social y económica. No es un cliché, es un tema que lo lleva a uno a tener una dedicación y unos costos permanentes en los programas de sostenibilidad”, agregó la empresaria. 

De hecho, como parte de la misma filosofía, Café Quibdío instaló una planta de tratamiento de aguas residuales (Ptar) en sus nuevas instalaciones, lo que permite el reciclaje de aguas lluvias y su reutilización en sanitarios, jardines y lavado de plantas. 

“No hemos cumplido dos años en la sede nueva, pero como parte de los mismos esfuerzos instalamos paneles solares en el techo, lo que nos permite generar energía solar de la mano de una filial de EPM”, dijo Motta.

El mismo webinar, Motta dijo que crear consciencia de sostenibilidad es un trabajo permanente y debe estar metida en la misión de la filosofía empresarial.

“En nuestras tiendas no usamos plástico sino botellas de vidrio que recogemos y reciclamos, no usamos cucharas de plástico ni palos desechables o platos”, señaló la fundadora de Café Quindío, y agregó que “no estamos haciendo economía en la empresa para tener más dinero sino para cumplir con una filosofía y una estrategia. Falta mucho pero es un tema del día a día y de toda la vida”.

Y aunque en palabras de Motta el costo de los programas de sostenibilidad es alto, el retorno es mayor, algo que pudieron comprobar con la apertura de una tienda en Arabia Saudita.

“Ellos también se fijaron en lo que hacemos con la marca en materia de diversidad”, señaló Motta y agregó que la empresa es cada vez más exigente con sus proveedores, que deben cumplir con unos estándares mínimos.

“Ser empresario no es ningún orgullo, sino cuestionarse para qué estamos aquí, para dónde voy. Además de manejar los problemas del entorno, hay que empoderarse del principal recurso de las empresa que es el capital humano”, concluyó Motta.

compartir

Gacela