Reducción en el nivel de las lluvias, más inflación, aumento en los precios de la energía, menor producción de alimentos y precios más caros, son algunas de las consecuencias del regreso de este fenómeno climático.
El Niño está aquí y todo el mundo está hablando de este fenómeno climático que, según los expertos, se caracteriza por la alteración global de las lluvias y un aumento en las temperaturas en forma desigual.
De hecho, mientras se presentan condiciones más secas en el norte de Suramérica, Centroamérica, en África occidental, África meridional, en el Sudeste Asiático y Australia, las condiciones son opuestas en África Oriental y en los países cercanos al Oriente Asiático.
Con una ocurrencia que oscila entre cada dos y siete años, el fenómeno tiene una duración promedio de un año y su nombre fue dado por pescadores de Suramérica, porque algunos de sus efectos más importantes se producen en la Navidad, según National Geographic.
En Colombia, según un estudio de Corficolombiana, los sectores de energía y agro serían los más afectados en materia de crecimiento, con caídas del 0,6 puntos porcentuales (pp) y 0,5 pp, respectivamente, aunque en esta ocasión se espera que el fenómeno sea moderado, similar en magnitud al de 2002 y menos intenso que el de 2015.
De acuerdo con la FAO, los cultivos en el país se vieron especialmente afectados en los episodios de 1991/92, 1997/98, 2002/03, 2004/05, 2009/10, 2015/16.
Los últimos tres eventos de fenómeno del Niño moderado-fuerte estuvieron acompañados de inflaciones altas, tanto del consumidor como del productor, y coincidieron también con una devaluación de dos dígitos en el tipo de cambio, señala el análisis de Corficolombiana.
En esta ocasión, el aumento en los precios se daría principalmente en el grupo de alimentos, y en menor medida a través de los rubros de gas y energía eléctrica. Gas natural y los alimentos tardarían entre 3 y 5 meses en reflejar presiones por la disrupción climática.

“Bajo un escenario del Niño moderado la inflación cerraría el 2023 en dos dígitos; sin embargo, la disminución de tarifas en educación superior y la apreciación del peso colombiano mitigarían parte de las nuevas presiones”.
Hay que tener en cuenta que posterior al choque del fenómeno del Niño se evidencia una desaceleración importante en la inflación de alimentos, especialmente del grupo de perecederos, aunque en un escenario del Niño fuerte, los precios de los alimentos podrían crecer anualmente a tasas de dos dígitos.
Según el análisis mencionado, el nivel agregado de los embalses promediará el 65%, pero podría tocar un mínimo de 44%. Con estos supuestos, los precios en bolsa se mantendrían por debajo del precio de escasez y los precios de los contratos de largo plazo se verían presionados, aunque marginalmente.
En promedio, el crecimiento anual de los precios sube en 1,2 p.p. y 1,4 p.p. en contratos regulados (hogares) y no regulados (empresas).
También te puede interesar: Hoja de ruta para los modelos de negocio sostenibles
La importancia de la transición energética
Y aunque es poco probable que el país se vea sometido a un racionamiento, tal como ocurrió en la década de los 90, la ocurrencia de este tipo de fenómenos ante la crisis climática, sí pone de presente la importancia de la transición energética que enfrenta retos y tiene que adelantarse en forma económicamente viable, ambientalmente sostenible y de forma paulatina.
Según María del Mar Vélez, Gerente de Finanzas de la Transición del Banco de Bogotá, cada vez son más las empresas que están haciendo proyectos de paneles solares para sustituir una parte de su consumo energético, o que deciden dejar de usar el carbón y se pasan a un combustible de transición como el gas natural.
Con el ánimo de contribuir al proceso, del Banco de Bogotá está comenzando a ejecutar un proyecto de paneles solares para pequeños tenderos, farmacias, para sus corresponsales, aunque “el costo de un proyecto de energía solar fotovoltaica hay que diferirlo en un largo plazo -al menos 15 años- para que el ahorro que va a tener esta persona se compense con lo que está pagando en servicios o combustibles fósiles”, según Vélez.

Sin embargo, ante el panorama adverso que plantean las alzas en los precios de la energía, cada vez más empresas e incluso usuarios residenciales están optando por la autogeneración, la cual, además que brindar ahorros en el precio del kilovatio ofrece beneficios tributarios, según Gian Luca Marín, gerente de Greendipity S.A.S.
De hecho, en lo corrido del año, la empresa registra un crecimiento que oscila entre 60% y 70%.
“Nuestra propuesta garantiza la democratización de la energía sin inversión del cliente final, porque la instalación de los paneles solares se financia al 100% y el ahorro en la tarifa para la cuota mensual y genera un excedente de caja”.
Para discutir estos temas, MisiónPyme realizará este jueves 29 de junio el webinar gratuito “Convierte la sostenibilidad en una ventaja competitiva para tu empresa”. Allí, la Gerente de Finanzas de la Transición del Banco de Bogotá y el fundador de Greendipity S.A.S. analizarán las oportunidades y retos que enfrentan las empresas en materia de sostenibilidad.
Inscríbete aquí
Si además estás interesado en la autogeneración y en la instalación de paneles solares, solicita más información aquí
Además te puede interesar: Así puedes hacerle frente al alza en las tarifas de energía